El mercado inmobiliario español atraviesa uno de sus periodos más dinámicos en casi dos décadas. Entre enero y mayo de 2025 se vendieron 298.512 viviendas, lo que supone un incremento del 20,1 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según datos del INE. Estas cifras marcan los mejores cinco primeros meses desde 2007.
La vivienda nueva es la que más crece: 66.854 inmuebles a estrenar cambiaron de manos, un 31,6 por ciento más que en 2024. Solo en mayo se cerraron 12.785 operaciones, el mayor volumen para este mes desde 2012. Pese a este avance, la segunda mano sigue representando casi ocho de cada diez ventas, con 231.658 transacciones (+17,2 por ciento).
El auge de la obra nueva está directamente ligado a la reactivación del sector de la construcción. Tras años de parón, la actividad promotora ha repuntado con fuerza: en 2024 se iniciaron 112.220 viviendas, la mayor cifra desde 2008, y en el primer trimestre de 2025 los nuevos proyectos crecieron un 11,5 por ciento adicional.
Estas cifras marcan los mejores cinco primeros meses desde 2007.
Expertos del sector destacan que los compradores muestran un creciente interés por inmuebles a estrenar, motivados por su eficiencia energética, calidades modernas y adaptación a nuevas demandas habitacionales. «La demanda es cada vez más exigente, y la obra nueva responde a esas expectativas», señala María Matos, directora de Estudios de Fotocasa.
La tendencia confirma la consolidación de la obra nueva dentro de un mercado que aún se apoya en el amplio parque de viviendas usadas. Para promotores y agentes inmobiliarios, este equilibrio supone una oportunidad para sostener el crecimiento del sector y atender las nuevas necesidades del comprador actual.
Foto: Glenov Brankovic (Unsplash)
