Bodegas Góngora fue fundada en 1682 y está considerada la bodega más antigua de Andalucía y la segunda de España tras Codorníu. Se ubica en un pueblo de unos 6.500 habitantes en pleno Aljarafe sevillano, en la localidad de Villanueva del Ariscal. Ahora se transforma en un hotel de enoturismo, el más lujoso del mundo, con una inversión inicial de cuatro millones de euros.
En 2004 la bodega y su entorno, de unos 10.000 metros cuadrados, fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. «El Ayuntamiento está encantado con el proyecto, por supuesto», afirma Ignacio Gallego-Góngora, de la novena generación de la familia, que aún sustenta el negocio del vino.
La bodega seguirá haciendo vino y quedará totalmente integrada en el proyecto de enoturismo. «Si se produjeran en torno a 20.000 o 30.000 visitas al año considero que podríamos asumirlas y ofrecer un producto muy atractivo», asegura Francisco García, alcalde de la citada localidad sevillana. Desde el ayuntamiento piensan en «una línea de cercanías para contar con una conexión directa con Bodegas Góngora y con el resto de la localidad y aprovechar el tirón de visitas que tendremos gracias a este lugar emblemático, poniendo en valor, de paso, el resto del pueblo», argumenta García.
Estas antiquísimas bodegas quedarán totalmente renovadas y convertidas en un hotel de lujo con 15 habitaciones, 4.000 metros cuadrados de románticos jardines, piscina, patios coloniales y todo rodeado de botas de vino centenarias. El proyecto surgió en 2021, cuando Ignacio Gallego-Góngora se unió al empresario José Manuel González, antiguo compañero de clase.
Estas antiquísimas bodegas quedarán totalmente renovadas y convertidas en un hotel de lujo con 15 habitaciones.
«Yo nunca le había dicho nada a mi amigo José Manuel, a pesar de que siempre hemos formado parte de la misma pandilla, desde pequeño. Así que cuando él se enteró y me dijo que estaba interesado en adquirir la bodega y en implementar un potente proyecto de enoturismo que relanzara la marca, vimos el cielo abierto», confiesa Ignacio.
González ha adquirido la propiedad de las bodegas casi en su totalidad, ha modernizado sus instalaciones para hacer una producción de un millón de botellas de vino al año, con el vino de naranja marca Orange Duque de Carmona, como punta de lanza.
José Manuel González inició su carrera profesional en British Petroleum (BP) y Gas to Power, ejerció luego de director general en el grupo Morera & Vallejo-MBI, y más tarde contribuyó decisivamente a que el grupo Howden Iberia se convirtiera en el tercer operador del mercado de brokers y pasara de tres empleados a 900 y una facturación de más de cien millones de euros al año.
«La inversión para la transformación y el impulso de Bodegas Góngora empezó con un proyecto de cuatro millones de euros, pero ya vamos por los diez millones y espero que todo esté terminado antes del próximo verano», cita Ignacio.
Junto al hotel, pensado para turistas internacionales de alto nivel, el recinto contará con un museo, que está en manos de la firma Tannhauser Estudio, actividades vitivinícolas y un show cooking casi permanente en una de las dependencias centrales de la casa.
Foto: Bodegas Góngora (Facebook)
