La Junta de Andalucía quiere acabar con el turismo de estacionalidad como fuente primaria del sector. El objetivo que se marca es explotar otras excelencias que tiene la Comunidad y que van más allá del buen clima, sus playas y la gastronomía. Para ello ha puesto en marcha la campaña Nómadas digitales.
Esta campaña fue aprobada en noviembre de 2022 por el Consejo de Gobierno, y cuenta con una inversión de 950.000 euros. Además, se desarrolla tanto en formato digital como impresa, poniendo en el foco a menores de cuarenta años que puedan desarrollar su trabajo en remoto, así como jubilados o personas con altos cargos y directivos que busquen en Andalucía un lugar donde fijar su residencia por unos meses, huyendo de los países más fríos de Europa en un contexto de dificultades económicas por la subida del precio de la energía.
«Se trata de una campaña con la que abrimos los brazos una vez más a todos, convertidos en este caso en un aliado perfecto de quienes actualmente, y debido al elevado coste de la energía, se plantean buscar destinos cálidos este invierno para unas vacaciones más extensas de lo habitual, lo que les va a permitir, de una parte, ahorrar en sistemas de calefacción, y de otra, vivir en el mejor lugar del mundo, que no es otro que Andalucía», explicaba en la presentación de la campaña Arturo Bernal, consejero de Turismo, Cultura y Deporte.
Con esta campaña se propone a ciudadanos extranjeros que tienen una segunda residencia en Andalucía, como es el caso de muchos británicos, que fijen en el sur de España su vivienda habitual aprovechando las mejores condiciones climáticas y económicas de la tierra.
La iniciativa se enmarca en el Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía META 2027 y se divide en segmentos. Está dirigida a altos directivos deslocalizados, a menores de cuarenta años o a jubilados, en función de si son nómadas digitales, que pueden teletrabajar desde países diferentes a los de su empresa, o nómadas energéticos, que huyen del centro o norte de Europa en meses fríos.
«Nómadas digitales se extenderá hasta abril de 2023 y está destinada a personas procedentes de países como Reino Unido o Alemania –ambos con grandes firmas tecnológicas que posibilitan el trabajo a distancia–, además de Países Bajos, Francia, Irlanda, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suiza y Suecia»
«Que vengan, que pasen grandes temporadas aquí, que fijen aquí su residencia… y que paguen sus impuestos en Andalucía, para que eso redunde en nuestra economía», reza la campaña puesta en marcha por la Junta de Andalucía en palabras de Bernal.
Nómadas digitales se extenderá hasta abril de 2023 y está destinada a personas procedentes de países como Reino Unido o Alemania –ambos con una fuerte presencia de grandes empresas y firmas tecnológicas que posibilitan el trabajo a distancia–, además de otros como Países Bajos, Francia, Irlanda, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suiza y Suecia, todos ellos con inviernos marcados por las bajas temperaturas y que, a su vez, cuentan con grandes multinacionales tecnológicas que se ajustan al perfil de trabajadores a los que se aspira a atraer a Andalucía.
La captación de estos visitantes permitiría incrementar la temporada de mayor actividad turística en el destino, especialmente en zonas muy ligadas al turismo estival y de sol y playa, lo que permitiría aumentar las fechas de apertura de establecimientos hoteleros fuera de los meses de verano.
Al mismo tiempo, se incentiva un turismo de calidad, vinculado a estancias largas y a un elevado gasto medio del viajero, provocando así un correspondiente impacto económico en el territorio e impulsando el empleo turístico.
Se estima que la campaña permitirá la presencia y visibilidad de la marca Andalucía en diez mercados, al tiempo que se puedan alcanzar más de 115 millones de impactos y más de veintinueve millones de alcances.
